Una de las primeras tareas que deberá darse PIRCA es la de relevar y sistematizar un conjunto de informaciones producidas por diversas entidades del sector que hoy se encuentran dispersas y sin conexión interpretativa pero que pueden ofrecer, en conjunto, un diagnóstico sobre la situación de la industria que funcione como línea de base para los proyectos de investigación. En este documento ofrecemos algunos puntos de partida conceptuales y datos paradigmáticos para delinear el campo de problemas a investigar.
Los medios de comunicación son actores sociales, políticos y económicos. En función de ello, la relación entre el sistema comunicacional -incluyendo la creación artística- y los gobiernos puede ser observada a través del análisis de las políticas de comunicación, fomento, difusión y de la regulación implementada / no implementada.
Esto requiere de un abordaje que muestre los cambios tecnológicos, los hábitos de uso y consumo así como las dinámicas de poder y la relación entre los diferentes actores que hacen al ecosistema comunicacional. Tomaremos el concepto de “audiovisual ampliado” (Marino, 2016) entendido como el espacio que integra el cine, la televisión (abierta y de suscripción paga) y los servicios de streaming, a demanda VOD, IPTV y OTT, la radio y la música.
Por otra parte, se prestará atención a la brecha inevitable entre la normativa y su implementación. Consolidado el proceso de comunicaciones convergentes, las lógicas de producción, distribución, puesta en circulación y consumo de bienes y servicios culturales se ha desarrollado de tal modo que resulta clave una acción regulatoria que lo administre con la lógica que garantice el derecho a la información y a los consumos culturales en toda su dimensión.
La renta, el tiempo de atención y la propiedad de los productores de cultura e información por parte de capitales extranjeros es un fenómeno que antecede al proceso de convergencia digital pero que éste aceleró y profundizó a causa de la explosión de la intermediación de plataformas digitales de distinto tipo en la circulación, distribución y comercialización de contenidos.
En este sentido es clave observar el estado de situación de los derechos de autor en cuanto a la aplicación y cumplimiento de la normativa en un esquema regional comparado que atienda a la legislación vigente en el MERCOSUR. Los derechos de propiedad intelectual otorgan además del reconocimiento a los creadores, la retribución económica que les corresponde por la realización de sus obras y prestaciones. Es también un incentivo a la creación y a la inversión en obras y prestaciones de la que se beneficia la sociedad en su conjunto.
En las últimas décadas, además, las industrias culturales han sufrido transformaciones estructurales en su cadena de valor. El sector audiovisual ampliado no quedó exento y los cambios afectaron los modos de producir, distribuir, emitir, exhibir y consumir los bienes y/o productos culturales derivados de estos sectores económicos.